Recientemente Apple presentó su Informe 2012 sobre
Responsabilidad de los proveedores, que detalla no solamente la implementación
de sus políticas sino además los esfuerzos para mejorar su cumplimiento. Esto
es un hecho laudable en Apple, tanto por el costo de hacerlo sobre sus miles de
proveedores como por la transparencia en publicar resultados que no son todos
halagüeños. Un informe para leer.
¿Pero qué impacto tienen los resultados reportados? Su
clientela, que debería ser muy consciente de estos temas está absolutamente
fascinada por la tecnología y no parece que la sostenibilidad del proceso
productivo y del producto sean consideraciones importantes en su compra. Parece
que comprarían un iphone o un ipad sean cuales fueren las condiciones de
producción. Pero con la creciente competencia, pueden llegar a ser importantes
criterios de selección. Y a lo mejor pueden usar otros instrumentos de presión.
Más vale prevenir que lamentar. Pero, ¿podrían hacer más por asegurar
cumplimiento?
El anuncio de la publicación del informe fue recogido en
muchos medios, pero con poco o ningún comentario. He ahí el problema de muchos
de nuestros medios de comunicación, simple reporte pero no análisis.
Sin embargo el New York Times del 26 de enero de 2012
publicó un extenso reportaje y un video sobre las condiciones laborales en las
plantas de productos electrónicos en China y sobre el informe de Apple: In
China, Human Costs Are Built Into an iPad (En China, los costos humanos están
incorporados en un iPad). Este artículo fue reproducido por El País en su
edición del 27 de enero. En este artículo quiero comentar algunos aspectos del
informe de Apple que me parecen destacables (el gráfico esté construido con
partes del artículo del NYT, que no reproduce El País).
En el análisis del cumplimiento en la cadena de proveedores,
el reporte presenta información sobre el grado de cumplimiento en temas
laborares y de derechos humanos, en temas de salud y seguridad industrial y en
temas de gestión. De los múltiples indicadores he seleccionado solo cinco para
ilustrar algunas ideas.
Del grafico se puede ver que mas del 20% de los proveedores
no cumplen con las requerimientos de las políticas de Apple en la categoría
laboral y de derechos humamos. Pero lo que es destacable es que los aspectos
can mas incumplimiento son aquellos que tienen un mayor impacto económico
medible, en el corto plazo: horas de trabajo y sueldos y beneficios. En el tema
de horas de trabajo, sólo lo cumplen el 38% de los proveedores y el de sueldos
y beneficios solo el 69%. La presión sobre los proveedores en reducir costos
debe ser fuerte. Esto también se comprueba en otros reportes publicados sobre
las condiciones de vida en los dormitorios de las planteas, en la velocidad a
la que van las líneas de producción y en el poco tiempo para el descanso.
Los demás temas dentro de la categoría como libertad de asociación sindical (95%), prevención del trabajo infantil (97%), etc. no tienen tanto impacto económico y están relativamente bien. Los diferentes aspectos de la categoría de salud y seguridad industrial no tienen nada que consideremos destacable y no los comentamos.
Pero lo mas alucinante de todo esto es que el costo de mano
de obra en China de ensamblar un iPad es: ¡!!el 2% del precio de venta!!!
¡!Podrían ser mas responsables con sus empleados!! Pero el empleador en China
no piensa en estos porcentajes. Piensa en el porcentaje de mano de obra en sus
costos totales. Una pena. Pero Apple podría hacer mucho más por las condiciones
laborales.
En la categoría de sistemas de gestión, se puede observar que mas del 30% de los proveedores no tienen
sistemas para controlar el cumplimento de las políticas de Apple. Es de suponer
que para estos proveedores, Apple debe hacer auditorías para verificar
cumplimiento (en el 2011 hicieron 229). Pero lo que me pareció más destacable
de todos los indicadores presentados es que ante este panorama, casi la
totalidad de los proveedores tienen código de ética. Parece ser que es algo
barato de hacer y al final de cuentas no molesta. ¿Qué efectividad tienen los
códigos de ética? Lo importante es el seguimiento de la aplicación del código
de ética, procesos de investigación, penalizaciones, casos analizados, etc. Y
esto no pasa sólo en los proveedores de Apple, es un problema generalizado en
las empresas. El código de ética es tan efectivo como efectiva quiera la
empresa hacer su implementación. Sobre esto no hay información.
El artículo del New York Times incluye una cita que vale la
pena reproducir:
"Lo que es moralmente repugnante en un país es una
práctica comercial aceptable en otro, y las empresas se aprovechan de
ello." Nicholas Ashford,
ex presidente del National Advisory Committee on Occupational Safety and
Health.
La responsabilidad social de la empresa está en manos del
mercado de la responsabilidad: directivos, empleados, sociedad civil, medios de
comunicación, mercados financieros, gobiernos, etc. Si este mercado funciona, o
sea, si actúa para darle a la empresa los incentivos correctos, a la empresa no
le quedará mas remedio, actuando por interés propio, que responder.
Estamos viendo un caso muy interesante del funcionamiento
del mercado, aunque creo que es una excepción y está lejos de ser una norma.
Hemos dicho continuamente que el funcionamiento de este mercado deja mucho que
desear, en buena parte por la indiferencia de muchos de sus actores y el
subdesarrollo mismo del entorno en que operan, especialmente el mercado de la
información confiable sobre las prácticas de las empresas.
Pero ahora, gracias a Apple, estamos viendo el mercado en
acción. Pero se trata de una empresa gigantesca, la de mayor valor del mundo
(casi US$500.000 millones), con productos de consumo masivo, conocidos por
todos, de gran uso en la generación que nació con preocupaciones ambientales y
sociales, con producción descentralizada en países con estándares sociales y
ambientales relativamente bajos, sobre la cual se difunde información. Un caso
ideal para el funcionamiento del mercado.
Hace unas semanas Apple difundió su informe sobre las
condiciones laborales en sus proveedores, mayormente en China y si bien habían
muchos aspectos favorables, habían algunos que dejaban mucho que desear (horas
de trabajo y sueldos y beneficios). Pueden ver más detalles en mis artículos
RSE en la cadena de valor de Apple: ¿Podrían hacer mas? y Responsabilidad
Social de Apple y los medios irresponsables.
Ahora Apple ha reaccionado a la presión de los medios y
sobre todo a la presión de los consumidores que se han manifestado frente a
algunas tiendas. Presumiblemente todavía no dejan de comprar los productos y es
posible que algunos no sean clientes. Pero ha habido reacción de consumidores,
medios y la sociedad civil. El New York Times del 14 de febrero reporta en su
artículo Apple Asks Outside Group to Inspect Factories que Apple ha decidido
contratar los servicios de una ONG, la Fair Labor Association, FLA, a llevar a
cabo una auditoria especial, independiente de algunas de las fábricas.
Es un gran progreso. Pero el mismo New York Times reporta
las quejas de algunos miembros de la sociedad civil de que FLA no es
independiente. Tiene como miembros a 34 grandes empresas multinacionales
incluida Apple (y Nike, adidas, New Balance, Patagonia, entre otras). Aunque
FLA alega que sus auditores son independientes de los miembros, siempre quedan
dudas y se preferiría que fuera una auditoria totalmente independiente.
Esto sería ideal y sin duda que será el próximo paso, una
vez que, en base a los resultados de ésta y otras auditorias previas, se
mejoren las condiciones en los proveedores que queden después de algunas
eliminaciones. Es una estrategia más arriesgada para Apple ir ahora con lo
máximo. Necesita tiempo para ir haciendo arreglos y progresivamente mejorar,
auditar más y mejor, informar, mejorar, auditar más y mejor. Hay que ser
realistas.
Hay progreso. Pero este caso nos recuerda dramáticamente
cuanto camino nos falta por recorrer para que el mercado de la responsabilidad
funcione en países desarrollados y grandes empresas. Ni que hablar de la
problemática de países en vías de desarrollo y de empresas poco conocidas.